miércoles, 9 de septiembre de 2009

Así NO

Arranca la nueva temporada y una vez más el Atlético de Madrid se autocoloca como serio aspirante al título liguero. Como casi cada año, la ilusión se apodera de una afición que parece no aprender la lección...una ilusión que esta vez a durado apenas una jornada.
A la difícil hazaña de conservar en un equipo mediocre a los cracs Agüero y Forlán, a los que se siguen rifando media Europa, se sumó el gran arranque del equipo en la fase previa de la Champions. Pero rapidísimamente un sorprendente Málaga, o no tan sorprendente a tenor de la gran temporada que protagonizaron los de Muñiz el curso pasado, despertó a los colchoneros del sueño en el que estaban profundamente sumergidos.

3 goles encajados ponen de relieve la fragilidad de una defensa en la que Pablo sigue haciendo de las suyas, y que se ha reforzado con Juanito, jugador clave en el descenso del Betis la temporada pasada. Por si fuera poco, la brillante gestión del señor García Pitarch deja al equipo mermado en cuanto a efectivos se refiere (y no en cuanto a calidad) al vender a Jhon Heitinga al Everton cerrado ya el plazo de fichajes.

A los problemas constantes en defensa se suma otro problema que lleva tiempo coleando en el manzanares y del que se ha percatado todo el mundo...menos la directiva: la falta urgente de un organizador, un jugador que le dé sentido al juego y que no se limite ha destruir y a asegurar pases (estilo Pablo Assunçao o Raúl García), un jugador que asuma las responsabilidades que otros no quieren o no pueden asumir. Sólo así se podrá competir algún día con los grandes. El Barça tiene a Xavi (probablemente el mejor en este aspecto), el Madrid al otro Xabi, el Valencia a Silva...y el Atlético a nadie.

No se trata de ser oportunista y decir que ya se venía venir, se trata de ser realista y crítico, y aunque sólo se trate de la opinión de un amante del fútbol, es una opinión poco discutible si adoptamos un enfoque puramente objetivo. Como poco discutible es el hecho de que el "Kun" y Forlán forman una de las mejores parejas de delanteros de Europa y ese es el pozo donde los colchoneros deben de sustraer toda la ilusión, porque cuando el equipo no da para más, no da para más.